Setenta Años de un Gigante

Para muchos aficionados y expertos se trata del mejor de la historia. Destacado sin dudas por sus habilidades sobre el ring, pero también por su personalidad y su especial verborragia, Muhammad Alí ha cumplido 70 años.

Este colosal boxeador estadounidense, nacido en realidad como Cassius Marcelus Clay, trascendió con su nuevo nombre después de su conversión a la religión islámica de sus ancestros y de convertirse, además de un referente deportivo, en un ícono rebelde junto a líderes contemporáneos como Elijah Muhammad y Malcolm X.

Siendo aún un juvenil, obtuvo la presea dorada en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 en la categoría de los semipesados. A partir de allí comenzó un vertiginoso ascenso, interrumpido por su negativa a integrarse al ejército de su país como forma de oposición a la guerra de Vietnam. A pesar de que la decisión le costó una estadía en prisión y la imposibilidad de pelear por cuatro años, el palmarés de Alí lo convirtió en el primer boxeador en lograr el título mundial de los pesos pesados en tres ocasiones. De 61 combates celebrados, logró imponerse en 56 ocasiones, de las cuales 37 correspondieron a knockout. Los memoriosos recuerdan sin dudas la emblemática pelea con el también colosal George Foreman en Kinshasa (entonces Zaire, actual República Democrática del Congo) en octubre de 1974, en la cual Alí recuperó el título mundial.

A pesar de las duras limitaciones que la enfermedad de Parkinson le impone desde hace 30 años, resulta difícil olvidar su desparpajo verbal y su notable carisma, que le han asegurado tantos seguidores incondicionales como acentuados detractores. Lo cierto es que esta leyenda viviente, siempre rodeada de polémicas, lleva ya 70 años escribiendo memorables páginas en la historia del boxeo internacional.

Imagen: Reddit