Deportes de aventura

Cuando se plantea el concepto de deporte de aventura, vale reconocer la importancia tanto de la asociación del retorno a la naturaleza como del trabajo en equipo. Esta fabulosa combinación motiva la necesidad de un apropiado entrenamiento físico, ya que se requiere una férrea coordinación motora y un alto nivel general de resistencia.

Por otra parte, muchos expertos reconocen que estas cualidades no son suficientes en ausencia de un firme espíritu deportivo, sólo posible en el marco de una intensa preparación psicológica y de un vínculo sostenido desde el punto de vista social.

Las principales actividades deportivas colectivas incluyen las escaladas en superficies rocosas o heladas, ciertas formas de canotaje como el kayak en aguas rápidas, las variantes más complejas de esquí, las cabalgatas en regiones agrestes y el ciclismo en terrenos de cross, también conocido con el nombre popular de mountain bike.

Quienes practican estas disciplinas reconocen como objetivo final la posibilidad de vencer a los elementos naturales (el agua, la nieve, el viento…), valorando en forma acentuada al medio ambiente y el ecologismo. Por lo tanto, la caza y la pesca deportiva deben excluirse en general de los deportes de aventura, al menos en el concepto tradicional de estas actividades.

La práctica de estas estrategias en forma colectiva es una de sus características más distintivas, ya que sólo la disciplina de un riguroso ordenamiento grupal asegura al mismo tiempo el éxito deportivo y la necesaria seguridad para todos los aficionados que practican los deportes de aventura.

Sin dudas, la mayor difusión de las transmisiones televisivas ha incrementado la pasión por estas actividades deportivas extremas en todas las latitudes de la Tierra. Se cree que este factor permitirá un crecimiento en el número de deportistas en el corto y mediano plazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acepto la Política de privacidad

Subir