Deportes y Embarazo
Deportes y embarazo constituyen una asociación que ha motivado en múltiples ocasiones una combinación de temores e incertidumbre en relación con probables motivos adversos para el pronóstico del feto.
Sin embargo, con un enfoque adecuado y racional, puede señalarse que la actividad física correcta y el deporte pueden asociarse con beneficios tanto para la madre como para el niño por nacer. En este sentido, nunca es excesivo declarar que todos los ejercicios que la embarazada desea abordar deben contar con el aval y la supervisión de los profesionales de la salud que se encargan de su cuidado.
Entre los beneficios de la actividad deportiva controlada durante la gestación se destacan la preservación del tono muscular, la optimización de la musculatura de la pelvis y los miembros inferiores para el momento del parto, el mejor metabolismo de las grasas y los hidratos de carbono, la estimulación de la circulación en todo el organismo (incluida la placenta), la sensación de bienestar y menor percepción de limitación física para la madre y el mantenimiento del peso materno correcto.
La caminata pausada es una de las estrategias más recomendadas, dada su sencillez, el costo nulo y la posibilidad de graduación exacta del nivel de exigencia. Otras opciones de interés incluyen el entrenamiento doméstico de los aductores, los isquiotibiales, la musculatura del piso de la pelvis y otros grupos musculares involucrados en los procesos del nacimiento y el alumbramiento.
La llamada gimnasia para el parto merece un comentario especial, ya que se trata de una actividad óptima para las embarazadas que transitan la última etapa de la gestación. Esta variante asegura además la práctica de una coordinación respiratoria ideal para el momento del trabajo de parto, con mayor seguridad materna y menor riesgo fetal.
Foto: Pequelia