Ejercicios Acuáticos

La interacción natural entre el organismo y el medio ambiente puede desencadenar distintos cambios en los patrones de movimiento. La realización de actividades deportivas en el medio acuático constituye una circunstancia particular, en la cual se aprovecha la gran diferencia de densidad entre el agua y el aire, por un lado, y el verdadero efecto de ingravidez que agrega la inmersión, por el otro.

Por lo tanto, la práctica de ejercicios acuáticos se considera una forma de deporte que no debe limitarse a los atletas específicos de estas disciplinas (nadadores, jugadores de waterpolo, especialistas en saltos ornamentales), sino que se convierte en un recurso de gran relevancia para aquellas personas que no pueden realizar ejercicios de alto impacto.

De esta manera, la práctica de deportes recreativos en el medio acuático debe definirse como óptima para las embarazadas, los pacientes cardíacos y, en especial, para las personas con distintos niveles de secuelas en el tren motor inferior. A esta nómina se agrega a los sujetos que tienden a padecer lesiones frecuentes en las articulaciones de los tobillos y las rodillas, por lo cual pueden sustituir el trote, el footing o las caminatas por la natación o el aquagym, con considerable reducción del riesgo de nuevas complicaciones articulares o musculares.

En estas personas, los ejercicios acuáticos en posición vertical pueden brindar notables beneficios en términos deportivos y de la propia salud, con ventajas a nivel cardíaco, respiratorio y muscular, con el aporte indispensable del respaldo de los profesionales de la salud para determinar el alcance y la magnitud de la actividad que se realiza.

Imagen: Arthritis

 

 

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