La Práctica de Taekwondo en los Niños
Se suele señalar a las artes marciales en general y al taekwondo en particular como actividades deportivas relativamente violentas, por lo cual no parecerían indicadas en niños y adolescentes. Sin embargo, estas disciplinas atléticas se asocian con distintos beneficios que los convierten en un deporte de gran interés para los más pequeños del hogar.
Las capacidades físicas de los niños de ambos sexos pueden entrenarse de manera óptima en el contexto del taekwondo. Por medio de su práctica recreativa, se incrementa la fuerza muscular, la elasticidad de las articulaciones, la resistencia de los cuatro miembros. Además, se promueve un concepto de desarrollo armonioso y funcional del organismo en su conjunto.
La ejercitación de la concentración forma parte de las premisas de la práctica del taekwondo. Este aspecto del deporte estimula las capacidades cognitivas, que podrían beneficiar de forma indirecta a los niños y jóvenes en su rendimiento académico y escolar. Del mismo modo, se logra una mayor confianza en sí mismo, con un incremento de la sensación de seguridad para las situaciones concretas y reales de la vida diaria.
Como en otras artes marciales, el taekwondo no está exento de la posibilidad de lesiones, por lo cual, en el caso de los niños y adolescentes en etapa de crecimiento corporal, los profesores deben encontrarse adecuadamente capacitados para transmitir con seguridad los beneficios de la disciplina con el menor riesgo posible de eventos adversos.
Asimismo, se reconocen los beneficios sociales de la práctica de este deporte, dada la interacción con los pares en los entrenamientos y los torneos internos y locales. El respeto por las normas y por los superiores es otra ventaja adicional que el taekwondo ofrece, más allá de las indudables ventajas que las artes marciales ofrecen desde el punto de vista de la salud corporal.
Foto: Taekwondo Ungido
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