Balonmano femenino

La modalidad de balonmano femenino se inició con carácter internacional en 1949, con la celebración del primer Campeonato del Mundo en Hungría. Mientras que en 1955 la IHF (International Handball Federation), solicita al Comité Olímpico Internacional su inclusión como una disciplina olímpica más, en la modalidad de balonmano a 7. En 1957 se celebra el primer Campeonato del Mundo femenino, en la modalidad de a7, realizándose el mismo en Yugoslavia. Sería en el año 1966 donde se realizaría el último Campeonato Mundial de la modalidad de 11, en categoría masculina, lo que daría el paso a la nueva modalidad de 7 jugadores, tanto en el juego de hombres como en el de mujeres. Actualmente en cuanto a duración de partido, es la misma en el caso de hombres y mujeres, ya que son dos tiempos de 30 minutos y un descanso de 10 en el entretiempo.

En lo que difieren ambas categorías, es en la medida y en el peso de la pelota, ya que para los hombres, debe medir de 58 a 60 cm., y pesar entre 425 y 475 gramos. Mientras que para las mujeres la pelota ha de medir entre 54 y 56 cm., y pesar entre 325 y 400 gramos. Como vemos, en algunos pequeños detalles, el balonmano femenino se diferencia del balonmano masculino, pero en sí cumplen la misma función, la de competir, jugar, o simplemente entretener. Sin duda que un deporte que lo practican más de 6 millones de personas en todo el mundo, tiene que tener una participación femenina, lo que demuestra la inserción de la mujer en los deportes más masculinos.

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