La Otra Cara de Londres 2012

A partir del próximo viernes 27 de junio, Londres se convertirá por tercera vez en la anfitriona de los Juegos Olímpicos modernos, como ocurrió en 1908 y en 1948. En primera instancia, parece que pocas ciudades de la Tierra se encuentran en condiciones de responder con capacidad al reto de albergar a los mejores atletas del mundo, en un marco que será televisado para miles de millones de personas. A favor de esta afirmación, se mencionan la construcción del estadio Olímpico de Stratford, las casi 9 millones de entradas ya vendidas, las 240 mil solicitudes de voluntarios y la enorme inversión de los patrocinadores.

Sin embargo, existen preocupaciones latentes en la organización de los juegos, entre las cuales se destaca el trasporte. Mientras que habitualmente se desplazan 12 millones de transeúntes por las calles londinenses, se espera la incorporación de otros tres millones de personas al día. La seguridad es otro parámetro de interés, ya que los juegos movilizarán a más de 40 mil efectivos de distintas fuerzas armadas, quienes, junto con el uso de aviones de combate y buques de vigilancia, involucrarán un costo próximo a los 900 millones de dólares. El temor permanente al terrorismo es un elemento que ha incidido en este despliegue, equivalente al mayor dispositivo de seguridad británico en tiempos de paz.

Finalmente, y quizás de manera paradójica, el espíritu olímpico no parece haberse impregnado en muchos londinenses e incluso se han incrementado los planes turísticos para emigrar de la capital inglesa durante los días de la competencia internacional. De este modo, la crisis ha impactado en el estado anímico, por lo cual es probable que el mayor entusiasmo se observe a la distancia, en las pantallas de los televisores desperdigados por el mundo entero.

Imagen: Todo Olimpíadas