Luto en el Calcio
La muerte súbita es uno de los riesgos más temidos de la práctica deportiva amateur y profesional. Si bien existen distintas causas que pueden asociarse con este desenlace, el agrandamiento cardíaco (hipertrofia) representa probablemente el motivo más habitual. La prevalencia de esta alteración en las personas jóvenes en todo el mundo se estima en 1 caso cada 500 sujetos. Por lo tanto, entre los deportistas profesionales, la proporción alcanzaría valores similares. Sin embargo, el control médico profesional de estas personas es indudablemente más exhaustivo, pese a lo cual la cantidad de episodios parece ir en aumento.
El fallecimiento en pleno partido de Piermario Morosini cuando se disputaba el encuentro entre Pescara y Livorno por el Calcio italiano reavivó las inquietudes acerca de la muerte súbita en todo el mundo. Durante una de las tantas jugadas del encuentro, el joven jugador cayó desplomado y, a pesar de los esfuerzos de los médicos de ambos planteles, Morosini no respondió a las maniobras de reanimación y fue dado por muerto al ingreso al hospital local.
Se especula que, además de la hipertrofia esporádica, los deportistas en general (y los futbolistas en particular) tienen un mayor riesgo de esta grave complicación cuando reciben ciertos productos farmacéuticos que buscan incrementar el rendimiento deportivo. Si bien los fármacos más conocidos son los estimulantes generales (como los derivados de la efedrina), también debe señalarse que los anabólicos y la eritropoyetina pueden provocar agrandamiento del músculo cardíaco y favorecer así la muerte súbita.
Tanto mediante la prevención y la promoción de la salud del deportista como por medio del control estricto o prohibición de estas sustancias, es posible preservar la integridad y reducir el riesgo de aficionados y profesionales del fútbol u otras disciplinas.
Imagen: Diario Uno
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