El Real Madrid, campeón de la UEFA Champions League 2018

El Real Madrid cumplió con los pronósticos y se hizo un año más con la Orejona. El club blanco venció en la final de la UEFA Champions League disputada en Kiev frente al Liverpool, con un resultado engañoso de 3-1 y que claramente estuvo marcado por los errores del portero del equipo "red", el alemán Loris Karius.

La décimotercera Copa de Europa del Real Madrid

El equipo merengue sigue agrandando su leyenda en esta competición. El club más laureado de Europa consiguió el pasado sábado 26 de mayo de 2018 su 13ª Copa de Europa o Champions League y marca en el último lustro una época como la que consiguió en los años 50-60 y a finales de los 90 y principios de la década del 2000.

Y es que el Real Madrid, cuando gana la Copa de Europa lo hace marcando una era. Es el único equipo capaz de lograr 5 títulos de manera consecutiva, entre 1956 y 1960. Entre 1998 y 2002 consiguió 3 de manera alterna y, en estos últimos años, desde 2014 se anota 4 títulos en cinco ediciones de la competición.

Salvo la excepción de 2015, cuando el campeón fue el FC Barcelona, desde 2014 esta competición sólo conoce un campeón: el equipo dirigido por Zidane, que desde que tomó las riendas del equipo hace poco más de dos años y medio, consigue su tercer título consecutivo, al que hay que anotar el que también se llevó siendo segundo entrenador de Carlo Ancelotti, otro míster con tres orejonas en su palmarés.

Real Madrid – Liverpool, un partido con mucha historia

Llegaban los dos equipos a la final con un claro papel a priori. Los blancos, claros favoritos, comenzaron el partido presionados por el Liverpool, que presentaba su tridente atacante como principal arma ofensiva.

Un gran Keylor Navas en la primera parte sostuvo al Real Madrid, que sin embargo tomó el control del partido pasada la media hora del partido, cuando Jurgen Klopp tuvo que sacar del campo a su gran estrella, Salah, por una lesión en el hombro tras una jugada con Sergio Ramos. Tras esta situación, el equipo merengue comenzó a dominar el encuentro, pues el Liverpool no se encontraba cómodo al pasar del 4-3-3 al 4-4-2.

Un lanzamiento al larguero de Isco y algunas paradas de mérito de Keylor Navas fue lo más destacado de esta primera parte, sin obviar la desgraciada lesión del egipcio Salah. Por parte del Real Madrid, también se tuvo que ir lesionado Dani Carvajal, entre lágrimas y temiéndose no poder acudir con España al Mundial de Rusia.

La segunda parte comenzó con una dinámica muy similar al final de los primeros 45 minutos. En el minuto 50, Benzema abrió la lata aprovechando un tremendo error del portero red. Al intentar sacar de puerta con las manos, el francés metió la pierna y el rechace del saque de puerta fue a parar a las redes.

Lo que parecía que iba a ser un paseo para el equipo blanco tras esta jugada afortunada y muy buscada por Benzema, volvió al punto de partida cuando Mané, el mejor jugador del Liverpool, marcó cuatro minutos más tarde aprovechando un centro lateral.

Minutos más tarde, en el 60 del encuentro, Zidane decidió mover ficha y hacer entrar al campo al galés Gareth Bale, que hasta el último momento fue duda para salir de inicio en el once. Bale sustituyó a Isco y solo dos minutos después de entrar en el terreno de juego, en el 63, y tras un centro de Marcelo, hizo uno de los mejores goles que se recuerdan en la competición y en su carrera deportiva. Una chilena, poco estética, pero desde más allá del punto de penalti, y que superó por arriba al portero del Liverpool, que jamás esperaba ese remate tan certero.

Para muchos, el gol de Bale es menos plástico que el que anotó Cristiano frente a la Juventus en cuartos de final, pero el del galés nace casi de la nada y es un gol que anota en la final, por lo que para otros es incluso más bello que el de Zidane frente al Bayer Leverkusen, también en una final de Champions.

Tras este gol, el Real Madrid volvió a tomar las riendas del encuentro, pero el Liverpool en un último arreón, intentó sobreponerse al mazazo. Una vez más, Sané fue el que tuvo la oportunidad más clara, con un lanzamiento raso y duro desde la frontal del área que escupió el poste.

Con el Real Madrid controlando el partido y el Liverpool creando algo de peligro en balones colgados al área y algún córner, el partido llegó al minuto 82, cuando Bale, desde una distancia de más de 35 metros, lanzó un duro disparo que, Karius, el jugador más desgraciado del encuentro, no pudo atajar pues el balón se le escapó de entre los dedos.

Los últimos minutos hasta el final fueron un quiero y no puedo del equipo inglés y algunos intentos a la contra del Real Madrid, con Cristiano Ronaldo intentando hacer su gol, que no llegó por la discreta actuación del portugués en el partido.

En el descuento, precisamente en una jugada de ataque de Cristiano Ronaldo, un espontáneo entró hasta el área del Liverpool, pero los responsables de seguridad consiguieron atajarlo a tiempo sin mayor relevancia para el encuentro.

En el minuto 93, el árbitro pitó el final y el Real Madrid se confirmaba como ganador, otro año consecutivo, de la UEFA Champions League, en una final con mucho nombres propios: Salah, Carvajal, Benzema, Bale y, por encima de todos, el portero Karius.

Zidane y Klopp, dos entrenadores con suerte dispar

La victoria del Real Madrid no sólo lo sitúa como mejor equipo de Europa en esta competición, sino que permite enfrentar a dos de los mejores entrenadores del mundo en la actualidad. Mientras que Zidane consigue su tercera Champions en menos de tres temporadas como entrenador (a la que hay que sumar la que consiguió siendo ayudante de Ancelotti), el alemán Jurgen Klopp pierde su segunda final en esta competición (la primera fue en el año 2013 frente al Bayern Munich y siendo entrenador del Borussia Dortmund).

A las dos finales de Champions perdidas, 2013 y 2018, hay que sumar la final de Europa League del año 2016, cuando ya siendo entrenador del Liverpool perdió frente al Sevilla FC.