Los Riesgos del Boxeo
Si bien existen registros de peleas emparentadas con el moderno boxeo ya desde los tiempos de los antiguos Juegos Olímpicos griegos, la sistematización de este deporte data de fines del siglo XIX y su indudable auge se consagró en pleno siglo XX. En la actualidad, su generalización ha motivado incluso la participación de boxeadoras de sexo femenino que lograron notable popularidad en todo el mundo.
No obstante, si bien en todos los deportes existe el riesgo de lesiones de diversa envergadura, el boxeo agrega un efecto perjudicial que no puede dejar de mencionarse, en especial por sus potenciales riesgos a largo plazo.
En efecto, los traumatismos reiterados sobre el cráneo pueden inducir distintos niveles de disfunción neurológica. Una de esas manifestaciones es la llamada "demencia pugilística", que consiste en el deterioro de las funciones mentales que padecen muchos boxeadores a edad temprana. Esta triste realidad genera un importante nivel de discapacidad para las actividades de la vida diaria, que puede superponerse además con depresión.
También se reconoce día tras día a una dolencia muy similar a la temida enfermedad de Parkinson, que consiste en una falta de control de los movimientos finos, la aparición de temblor y rigidez generalizada. Muchos grandes de este deporte, como Mohamed Ali, han sido víctimas de este parkisonismo de muy difícil tratamiento y, desde su papel de ex deportistas, han redoblado sus esfuerzos para la lucha contra la enfermedad.
Resulta difícil imaginar estrategias de prevención para estas lesiones, pero probablemente el uso de cascos impediría un gran componente del daño ocasionado por los traumatismos. Sin embargo, es probable que la esencia misma del boxeo se desvirtuaría con este recurso. Queda en la ciencia de la medicina deportiva definir una herramienta eficaz que no altere las características cardinales de uno de los deportes más populares del mundo.
Foto: El Rincón del Boxeo
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