La polémica por las ventanas FIBA

La capacidad que tiene el baloncesto mundial de matarse a sí mismo es sorprendente. Dejando a un lado la NBA, que es todo un espectáculo deportivo, el ridículo que se está viviendo con las denominadas ventanas FIBA es mayúsculo.

El pulso que ha decidido echar la FIBA al baloncesto europeo, y en particular a la Euroliga, amenaza con generar tensiones que pueden ser insalvables en el futuro (aunque las primeras ventanas FIBA en Europa parecen haberse superado sin demasiados problemas).

Índice
  1. Qué ocurre con las ventanas FIBA
  2. ¿Qué son las ventanas FIBA?
  3. Patada hacia adelante y continuar con las ventanas
  4. El enfrentamiento Euroliga y FIBA Europe
  5. ¿Y la NBA?

Qué ocurre con las ventanas FIBA

Habitualmente el baloncesto de selecciones sólo se disputa en verano, que es cuando existe tiempo libre por no disputarse competiciones nacionales e internaciones entre clubes.

Este esquema finalizó el pasado mes de septiembre de 2017, en una decisión que se tomó ya en el año 2012, cuando la FIBA decidió que para acceder a torneos internacionales de selecciones habría que pasar fases previas durante todo el año, de modo parecido a como ocurre en el fútbol. De ese modo nacieron las ventanas FIBA.

¿Qué son las ventanas FIBA?

En 2012 la FIBA aprobó que a partir del otoño de 2017 se iban a disputar ventanas de competiciones donde todos los países sin excepción deberían disputarse su presencia en mundiales y competiciones continentales.

Pero, claro, esas ventanas se disputan cuando las competiciones de clubes hacen lo mismo. Y es ahí donde nace toda la polémica.

En primer lugar porque este sistema es fácil de imaginar en el fútbol, cuando las competiciones de clubes se paran cuando hay partidos de selecciones, pero no ocurre así en baloncesto.

La NBA ya dejó claro desde un primer momento que no iba a parar o alterar su calendario. Si ya esta competición tiene suficiente fuerza como para ceder jugadores durante el verano cuando no hay liga en los Estados Unidos, imaginemos su negativa en medio de la competición, y mucho menos cruzar miles de kilómetros en unas horas para jugar uno o dos partidos y correr el riesgo de lesionarse.

Patada hacia adelante y continuar con las ventanas

A pesar de la negativa de la NBA, la FIBA decidió seguir adelante con las ventanas, y FIBA Europe ha sido uno de los grandes estamentos que ha complicado aún más la situación. En el momento que anunciaron las ventanas afirmaron que casi un 90% de los jugadores estarían disponibles para ir, argumentando que ese 10% son los jugadores NBA europeos, que son intocables por la presión de sus franquicias (les pagan sueldos millonarios, como para que alguien les tosa).

Ningún jugador europeo con contrato NBA ha acudido durante a las ventanas durante los partidos celebrados a finales de 2017. Pero es que con los jugadores de la Euroliga ha ocurrido algo similar.

La polémica por las ventanas FIBA

Sí han acudido algunos, pero la mayoría han preferido continuar con sus clubes, ya que se dan situaciones surrealistas como, por ejemplo, que el Real Madrid juegue a la misma hora que España lo hace ante Montenegro. En ese partido, el Real Madrid perdió frente al Panathinaikos por 82-80. España, por su parte, venció a Montenegro por 79-66.

Uno de los casos más significativos y que más simboliza el enfrentamiento entre FIBA Europe y Euroliga es el partido entre Eslovenia y España disputado en Burgos, en el que Doncic acudió como público, ya que la ACB descansa para que se dispute la Euroliga.

El enfrentamiento Euroliga y FIBA Europe

FIBA Europe, la federación europea de baloncesto, va camino con estas decisiones de perder otra batalla importante frente a la Euroliga. La primera fue hace unos 15 años, cuando se fundó la Euroliga y ésta comenzó a tomar peso en el baloncesto europeo.

Los principales clubes que participan en esta competición, los más poderosos de Europa, se decantaron por la Euroliga, mientras que las competiciones de clubes que organiza FIBA Europe han pasado a un segundo plano.

Entretanto, Euroliga ha seguido su propio camino y tampoco ha intentado buscar soluciones. El excesivo calendario de esta competición hace que los jugadores de baloncesto europeos se sometan a un esfuerzo brutal durante todo el año, y para ello ha ido hundiendo poco a poco a las ligas locales, hasta el punto de que muchos grandes clubes europeos incluso se plantean la creación de una gran liga europea que incluya a los principales equipos de Europa.

La gota que colma el vaso es la de colocar partidos en la misma fecha que las ventanas y no ofrecer concesiones de ningún tipo.

Como descargo para la Euroliga debemos decir que este órgano llegó antes. Cuando se fundó, el sistema de selecciones era otro y quienes han cambiado nuevamente el sistema han sido FIBA y FIBA Europe.

Así tenemos que las ventanas nacen cojas, y que reciben críticas desde clubes, jugadores y entrenadores, como Jasikevicuis o Messina, que argumentan lo siguiente: ¿cómo les podemos pedir a 12-15 jugadores que clasifiquen a un país para un torneo internacional y cuando llegue ese torneo acudan a la cita otros jugadores que se suponen que tienen más nivel que ellos?

¿Y la NBA?

Pues la NBA sigue a lo suyo, despreocupada por completo de todos estos asuntos. En un ente con tanta fuerza y tanto poder económico que, al tratarse también de una competición privada, le importa poco el tema selecciones. Y cuando ha mostrado opinión lo ha hecho siempre para decir, de una manera más clara u otra, que sus jugadores no van a ir.

La pregunta que surge tras todo esto es, cuando llegue el Mundial 2019 en China, ¿qué jugadores serán convocados? ¿Las estrellas de NBA y Euroliga o los terceros combinados nacionales que se han comido el marrón de la clasificación, como apuntaba Messina el pasado mes de septiembre de 2017?

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