Bicicross: un Deporte Olímpico
El bicicross, conocido entre los medios especializados como BMX (bicycle moto cross), constituye una sorprendente forma de ciclismo acrobático que crece en cantidad de adeptos en todo el mundo, con especial énfasis en los jóvenes y adolescentes.
Las bicicletas para la práctica del BMX son de tamaño reducido, no excediendo las 20 pulgadas para el diámetro de cada rueda, mientras que los cuadros se configuran sobre fibra de carbono o aleaciones de aluminio. La elección del material depende, entre otras cosas, de la modalidad del deporte a la que se destinará el equipo, prefiriéndose los cuadros de oxiplatino para esta variante de alto riesgo, dada su constitución más liviana y, sin embargo, asociada con alta resistencia al impacto.
Si bien se reconocen tanto la versión de carrera como los variados estilos libres para la práctica del bicicross, su reconocimiento como deporte olímpico en los Juegos de Beijing en 2008 ha desencadenado una mayor prioridad para las pruebas contrarreloj. En esa ocasión, se celebraron 2 rondas clasificatorias para esta opción cronometrada, mientras que la cantidad de competidores motivo la realización de 3 ciclos en la versión de carrera individual. Este lanzamiento incluyó la participación tanto de varones como de mujeres en las 2 modalidades.
A pesar del gran favoritismo de los estadounidenses, la presea dorada entre los varones correspondió al ciclista letón Maris Strombergs, mientras que entre las mujeres, la francesa Anne Caroline Chausson (foto)se consagró campeona olímpica. La intensa popularidad lograda por el bicicross en la XXIX edición de los Juegos Olímpicos ha motivado su inclusión en la grilla prevista para la próxima cita, en Londres en 2012, acaso como puerta de entrada a la futura presencia de otros deportes extremos en el no tan lejano Río 2016.
Imagen: MontenBaik
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