La Magia del Billar
El billar es probablemente una de las actividades deportivas que reconoce mayor cantidad de variantes. De manera estricta se lo considera un verdadero deporte de precisión, que contó incluso con intenciones para su debut olímpico en los Juegos de Atenas en 2004.
Esta popular disciplina se fundamenta en el impulso con un taco de un número definido de bolas en una mesa forrada de un paño suave, que puede incluir troneras o no incluirlas. La variante tradicional, conocida en la jerga de los jugadores como billar francés, se fundamenta en el tiro estratégico de dos bolas blancas (en ocasiones, una de ellas es amarilla) mediante carambolas válidas con una tercera bola, de color rojo.
En la actualidad, la forma más difundida de billar es el pool, conocido también como billar americano, en el cual se utilizan, además de una bola blanca, un total de 7 bolas de colores homogéneos (“bolas lisas”) o bien ralladas. El juego se completa con una esfera negra que lleva el número 8. La reconocida variante de billar inglés se asemeja sensiblemente al pool americano, si bien las bolas rayadas y lisas son sustituidas por versiones amarillas y rojas.
El snooker de los británicos y el reconocido billar español son variedades del juego de gran difusión en Europa Occidental y en algunas ciudades de Iberoamérica. En todos los casos, el billar es sin dudas una disciplina apasionante para niños, jóvenes y adultos de todas las generaciones, de reconocida aplicación en todo el mundo. Sin embargo, la posibilidad de su inclusión en los Juegos Olímpicos de 2012 parece descartada por completo, a pesar de las propuestas de distintas asociaciones de los cinco continentes.
Imagen: Vootar
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