Medidas de Seguridad para el Kayak

Pocos deportes combinan tan claramente la destreza física y el espíritu de aventura como el kayak. Este deporte acuático, nacido de las antiguas piraguas de los esquimales, ha ganado adeptos en forma progresiva a lo largo de los años, debido a que puede practicarse tanto en aguas calmas como en torrentes rápidos o en el mismo océano.

Sin embargo, la belleza del kayak trae aparejada consigo numerosos riesgos, entre los que se destacan la posibilidad de traumatismos y de accidentes acuáticos graves. Por lo tanto, la seguridad es una premisa cardinal para todos los aficionados y profesionales de esta actividad en constante crecimiento.

La ropa adecuada al contexto geográfico y climático es la primera norma de seguridad, para evitar tanto la deshidratación como la hipotermia. Además, se requiere un faldón especial de material impermeable, cuya meta es impedir el ingreso de agua al interior del kayak. Muchos expertos recomiendan disponer de una boya de apoyo, elaborada en formato rectangular en un material liviano (madera balsa, poliuretano), así como de un chaleco salvavidas de colores destacados. Las gafas para protección solar son muy útiles tanto para evitar las lesiones por reflejos como la protección contra los traumatismos oculares. En relación con los guantes, permite evitar las lesiones por fricción y, en algunos casos, las consecuencias de la exposición a la salinidad excesivas o a las aguas a muy bajas temperaturas.

En tiempos modernos, los elementos sonoros, las bengalas y las tecnologías de localización y comunicación (teléfono móvil, sistemas de posicionamiento satelital) constituyen opciones altamente recomendables, en especial cuando el kayak se practica en soledad o en el contexto de aguas abiertas u oceánicas.

Imagen: Barcos, Yates, Veleros

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