Skate: el Deporte Olvidado
El skateboarding se caracteriza por su evolución explosiva, ya que ha pasado de ser una actividad callejera a lograr un lugar en el podio de los deportes extremos e incluso se ha solicitado su potencial inclusión como disciplina olímpica.
Los aficionados al skate no necesariamente optan por las superficies planas, sino que suelen avanzar en forma progesiva para intentar dominar terrenos irregulares, escaleras, piscinas o las ya difundidas pistas especiales, conocidas en la jerga de la actividad como skatepark.
Muchos analistas catalogan al skate como un verdadero deporte libre, dada la falta de vinculación con una competición clásica, como ocurre con otras actividades sobre ruedas. Probablemente, la realización de desafíos constituya la verdadera esencia de esta actividad deportiva y comprenden desde las acrobacias durante el deslizamiento hasta los complejos y elaborados trucos del freestyle, las rampas, las volteretas (flips) y las maniobras con un solo pie.
Si bien existe discusión acerca del mejor material para la elaboración de la tabla, aquellas construidas con madera de arce parecen las más apropiadas y seguras. La creciente popularidad de las tablas de fibra de vidrio o de aluminio les ha permitido ganarse un lugar entre las preferencias de algunos usuarios. Se desaconsejan las elaboradas con plásticos, dado el riesgo de ruptura y la mayor inestabilidad. En relación con la longitud, no parece prudente superar aquellas que superan los 80 cm (o 33 pulgadas, en la nomenclatura de muchos fabricantes) para asegurar un mejor control durante el desplazamiento.
Aunque en Londres 2012 no será posible observar skaters en acción, el creciente interés por esta disciplina continúa siendo un motivo de interés para intentar ubicarla en un futuro como deporte olímpico, en el marco de su espectacularidad y popularidad.
Imagen: Skate Miguel
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