Waterpolo: rumbo a Londres 2012
Con el nombre de waterpolo o polo acuático se conoce a uno de los deportes acuáticos más antiguos en la historia de los Juegos Olímpicos modernos, ya que desde la segunda edición (París 1900) forma parte del acervo de disciplinas, si bien sólo se incorporaron equipos femeninos exactamente un siglo después, en la versión celebrada en Sídney 2000.
El waterpolo enfrenta a dos equipos de siete jugadores cada uno, incluido un portero. La meta es idéntica a la de sus equivalentes en tierra, esto es, convertir la mayor cantidad de goles en la portería del conjunto rival. El color del gorro de protección del cabello es la herramienta para diferenciarse entre sí ante la entendible falta de utilización de casacas en el medio acuático. Durante el lapso de cuatro tiempos de ocho minutos de juego real los jugadores deben flotar en forma permanente, debido a que la profundidad de la piscina no permite hacer pie. Esta necesidad motiva un elevado gasto energético, que sólo resulta posible merced a un importante plan de entrenamiento muscular y a una dieta equilibrada y precisa.
El medallero olímpico masculino ha visto en las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos una absoluta supremacía del equipo de Hungría, que venció en las finales de Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008 a los combinados nacionales de Rusia, Serbia y Montenegro y Estado Unidos, en orden respectivo. Los húngaros se han clasificado nuevamente para la cita de Londres, al adquirir una de las plazas entregadas por el Campeonato Mundial. En cambio, el último conjunto femenino en lograr un título olímpico (Países Bajos) aún debe definir su llegada a los Juegos mediante la repesca que se celebrará en Italia en el próximo mes de abril.
Imagen: Beijing 2008 (Oficial)
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