Balón de fútbol

En el fútbol, el elemento más importante de todos es el balón, puesto que es el objeto a ser conducido por ambos equipos e introducido hasta la portería rival.

Un balón de fútbol también debe cumplir con los estándares de la FIFA para ser aprobado para el juego. Estos estándares incluyen el tamaño, la presión, la resistencia al agua, la resistencia al desgaste y la resistencia a la abrasión.

Al ser un deporte que alcanzó el profesionalismo hace tantos años, este balón de fútbol fue modificado en numerosas ocasiones y, actualmente, cuenta con ciertas características obligatorias, las cuales veremos a continuación.

Características de un balón de fútbol

¿Cuánto mide un balón de fútbol?

Según la FIFA, el ente máximo regulador del fútbol a nivel mundial, el balón deberá medir entre 68 y 70 centímetros de circunferencia para poder ser utilizado en competiciones profesionales. Esto equivale a un diámetro de aproximadamente 22.1 a 22.9 centímetros.

¿Cuánto pesa un balón de fútbol?

En cuanto al peso, la FIFA predispone que el balón oficial deberá pesar entre 410 y 450 gramos, ni más ni menos. Eso sí, el peso de un balón de fútbol varía dependiendo de la edad de los jugadores:

• Niños menores de 12 años: el balón debería tener un peso de entre 300 y 310 gramos.
• Jugadores de 12 a 16 años: el peso debería ser de 330 a 350 gramos.
• Jugadores de 16 años en adelante: como dijimos, el balón debería tener un peso de entre 410 y 450 gramos.

Es importante que el peso de un balón de fútbol sea adecuado para el nivel de juego. Un balón demasiado pesado puede dificultar el control de la pelota, mientras que un balón demasiado ligero puede dificultar el lanzamiento. Por lo tanto, el peso adecuado es una parte esencial para la práctica del fútbol.

Materiales de un balón de fútbol

Materiales actuales de un balón de fútbol

Un balón de fútbol deberá estar fabricado exteriormente de cuero sintético o de cualquier otro material aceptado por la FIFA que conserve su forma, se eleve rápidamente, sea impermeable, suave al tacto y, sobre todo, seguro para los golpes con la cabeza (más adelante te contaremos el porqué).

La cubierta exterior de un balón de fútbol está hecha de loneta de poliuretano. Esta loneta es resistente al desgaste, a los golpes y al agua, lo que hace que el balón sea capaz de soportar el juego intenso sin desgastarse o desinflarse rápidamente. Esta cubierta se puede encontrar en una variedad de colores y patrones para satisfacer los gustos de los jugadores.

El núcleo de un balón de fútbol está hecho de un material que se conoce como látex. El látex es un material ligero y flexible que se usa para dar al balón su forma y estructura. Esto también ayuda a otorgar al balón su capacidad para absorber el impacto y mantener su forma mientras está en juego.

Por último, la válvula de un balón de fútbol está hecha de plástico. Esta válvula permite que el aire entre y salga del balón para mantenerlo inflado, pudiendo reemplazarse si se rompe.

Historia de los materiales del balón de fútbol

Tradicionalmente, los balones de fútbol se han fabricado con cuero o vinilo.

El cuero es un material natural y duradero que ha sido utilizado durante muchos años en la fabricación de balones de fútbol. Sin embargo, es costoso y requiere un proceso de fabricación laborioso y largo. Además, el cuero puede ser propenso a la rotura y el desgaste con el tiempo.

El vinilo es un material sintético que ha ganado popularidad en la fabricación de balones de fútbol en las últimas décadas. Es más barato que el cuero y es más fácil de procesar.

Además, el vinilo es más resistente al agua y a la rotura, lo que lo hace ideal para jugar en condiciones climáticas adversas o en campos de juego con una superficie dura.

Sin embargo, algunos jugadores y entrenadores sostienen que el vinilo no se siente tan bien al tacto como el cuero y que no tiene la misma durabilidad a largo plazo.

En los últimos años, se han desarrollado otros materiales para la fabricación de balones de fútbol, como el poliuretano y el neopreno. Estos materiales son aún más resistentes al agua y a la rotura que el vinilo y ofrecen un mejor rendimiento en condiciones climáticas adversas.

Presión de un balón de fútbol

La presión requerida para que un balón esté correctamente inflado deberá ser de 0.6 a 1.1 atmósferas (600-1100 g/cm²) al nivel del mar.

La presión de un balón de fútbol puede afectar significativamente el rendimiento del balón durante el juego. Una presión demasiado alta puede hacer que el balón sea demasiado duro y difícil de controlar, mientras que una presión demasiado baja puede hacer que el balón sea demasiado blando y difícil de disparar con precisión.

Pero si un balón esté bien inflado, entonces los jugadores disfrutarán de una experiencia de juego óptima. Un balón con la presión adecuada ofrece un mejor control y, por lo tanto, mejora la calidad de los pases, los disparos y los controles. Además, un balón bien inflado es menos propenso a desgastarse y durará más tiempo.

Para asegurar que un balón de fútbol tenga la presión adecuada es importante usar un medidor de presión y seguir las instrucciones del fabricante para inflar el balón. También se recomienda revisar regularmente la presión del balón durante el juego y ajustarla si es necesario.

Historia y origen del balón de fútbol

El fútbol, al ser un deporte tan antiguo, cuenta con diferentes teorías al respecto del primer balón utilizado.

Origen del balón de fútbol

Alguinos historiadores creen que el primer balón reconocido se usó alrededor del año 1400 a.C., en Egipto, donde se utilizaba un elemento esférico de papiro, caña, arcilla y marfil.

Por el contrario, otros mantienen que el primer balón de fútbol utilizado fue en el siglo IV a. C., en China, donde se utilizaba una esfera de cuero rellena de crines y raíces.

De todas maneras, muchas civilizaciones antiguas, como la japonesa, la griega, la romana o la precolombina, usaban elementos esféricos para prácticas similares al fútbol.

En la antigua Grecia, por ejemplo, los primeros registros muestran que se usaban pelotas de cuero cosidas a mano, mientras que, en el Japón feudal, el fútbol era un juego popular entre los samuráis y su versión se conocía como kemari (utilizándose para ello una pelota de cuero rellena de arroz).

En la Edad Media de Europa se utilizaban pelotas hechas de trapos atados juntos o de cuero llenas de pelo o hierba. Estas pelotas eran duras y difíciles de controlar, lo que hacía que el juego fuera peligroso y violento.

Historia del balón de fútbol

En el fútbol, el primer balón oficial fue creado en el año 1855 por Charles Goodyear, aunque finalmente se utilizó por primera vez en el año 1863. Este balón se ideó a partir del descubrimiento de la vulcanización del caucho.

Con el paso del tiempo, estos balones tenían el problema de que se deformaban muy fácilmente y no mantenían su forma, dificultando así la práctica del deporte. Por esto, en el año 1872 se introdujeron por primera vez las normas de tamaño y peso del balón, añadiendo así también el uso de válvulas inflables.

Desde ese entonces, los balones serían de cuero, con costuras hiladas y con severos problemas, ya sea por la dureza del balón o su peso.

Teniendo esto en cuenta, muchas fotos de jugadores de la época de los 50 y de los 60 se ven utilizando una boina; esto era debido a que el balón era realmente doloroso de cabecear.

A pesar del uso de las boinas como protección, varios jugadores, más en una edad adulta, fueron diagnosticados con demencia, Alzheimer y otras enfermedades neuronales, posiblemente causadas por los golpes duros del balón de fútbol de ese entonces.

Todo esto cambió en el mundial de México 1970, en el cual se introdujo por primera vez el balón pentagonal, siendo el Telstar el primer modelo de este tipo, con 32 paneles blancos y negros, logrando así el balón más esférico hasta la fecha.

Esto suceso marcó un antes y un después en la historia de los balones; con el paso de los mundiales, cada vez se innovaba más y más en la tecnología utilizada en estos materiales.

La Tango de 1982, la Azteca de 1986, la Teamgeist de 2006, la polémica y criticada Jabulani de 2010 y la Krasava de 2018 fueron algunas de las más innovadores, logrando, en la actualidad, un balón perfecto, con un agarre magnífico y casi ninguna complicación.